Una devoción de los "Esteban Murillo": Santa Úrsula.
1.- Úrsula Murillo.
En los registros sacramentales de la parroquia de la Magdalena, Antonio J. López Gutiérrez y Aurora Ortega López han localizado las correspondientes partidas de bautismos de la prolija descendencia que tuvo el matrimonio de Gaspar Esteban y María Pérez, hasta alcanzar la cifra de catorce hijos: Juan (1589), Bartolomé (1591), Felipe (1593), Lorenzo (1594), María (1597), Juana (1598), Baltasar (1601), Jacinto (1602), Ana (1604), María (1606), José Esteban (1609), Úrsula (1612), Gaspar (1613) y Bartolomé (1618).
Por tanto nuestro pintor universal tuvo una hermana bautizada con el nombre de Úrsula, cuya partida dice así: “En lunes, catorse de mayo de mil y sesientos y dose, yo el lisensiado Fernán Gil Varo, cura desta yglesia de la Madalena, batiçe a Úrsula, hija de Gaspar Esteban y de doña María Péres. Fue su padrino Fransisco de Ortega, advirtiósele el parentesco espiritual y lo firmé. Fecho ut supra. El licenciado Fernán Gil Varo (rúbrica)”.
La antigua iglesia parroquial de la Magdalena no se conserva en la actualidad, pero su sede ha pasado a la iglesia del antiguo convento dominico de San Pablo el Real.
2.- Los Murillo y sus enterramientos.
La antigua iglesia parroquial de la Magdalena no se conserva en la actualidad, pero su sede ha pasado a la iglesia del antiguo convento dominico de San Pablo el Real.
2.- Los Murillo y sus enterramientos.
Otra de sus hermanas, Ana Murillo, se casó en segundas nupcias, con Juan Agustín Lagares. Éste en su testamento nombró como albaceas a José Veitia y a su cuñado Bartolomé Esteban Murillo. Al poco tiempo falleceria, siendo enterrado el 20 de octubre de 1656, en el altar de Santa Úrsula del convento de San Pablo, donde contaba con enterramiento.
Resulta llamativo como años después, Dª Beatriz de Cabrera de Sotomayor en el poder para testar que otorgó a favor de su marido Bartolomé Murillo, declaró su deseo de ser enterrada igualmente en la iglesia del convento de San Pablo, “en la sepultura que tengo junto a la capilla de Santa Úrsula que es de mis padres” (31 de diciembre de 1663). Y así lo fue, siendo trasladado su cuerpo desde San Bartolomé a San Pablo.
La ya citada Ana Murillo se casó en primeras nupcias con Cristóbal Sánchez Carrascoso, de cuyo matrimonio nacería Tomasa Sánchez Murillo (1621-1701); la cual se casó con José de Veitia Linaje, caballero de la Orden de Santiago, uno de los personajes más influyentes de la época por el desempeño de sus tareas en la Casa de la Contratación de Sevilla y en el propio Consejo de Indias. Ya viuda, otorgó un poder para testar en el año 1691, en el que expresaba su deseo de enterrarse con el hábito de Nuestra Señora del Carmen en una capilla que tenía en el convento de San Pablo, que viendo los antecedentes familiares bien pudiera ser la de Santa Úrsula. Sin embargo cambió de opinión y tras fallecer el 20 de febrero de 1703, fue enterrada finalmente en el Colegio de San Buenaventura.
La ya citada Ana Murillo se casó en primeras nupcias con Cristóbal Sánchez Carrascoso, de cuyo matrimonio nacería Tomasa Sánchez Murillo (1621-1701); la cual se casó con José de Veitia Linaje, caballero de la Orden de Santiago, uno de los personajes más influyentes de la época por el desempeño de sus tareas en la Casa de la Contratación de Sevilla y en el propio Consejo de Indias. Ya viuda, otorgó un poder para testar en el año 1691, en el que expresaba su deseo de enterrarse con el hábito de Nuestra Señora del Carmen en una capilla que tenía en el convento de San Pablo, que viendo los antecedentes familiares bien pudiera ser la de Santa Úrsula. Sin embargo cambió de opinión y tras fallecer el 20 de febrero de 1703, fue enterrada finalmente en el Colegio de San Buenaventura.
Por tanto parece que los “Murillos” y los “Cabrera de Sotomayor”, como intuyen Salvador Hernández González y Francisco Javier Gutiérrez Núñez, compartieron más que vecindad e intereses, también devociones: Santa Úrsula.
3.- ¿Quién fue Santa Úrsula?
Fue una joven doncella martirizada en el siglo V que protagoniza una leyenda muy extendida en la Edad Media: una joven llamada Úrsula ("pequeña osa" en latín) se convirtió al cristianismo prometiendo guardar su virginidad.
Como fue pretendida por un príncipe bretón de nombre Ereo (el mismísimo Conan Meriadec) decidió realizar una peregrinación a Roma y así lograr la consagración de sus votos.
En Roma, fue recibida por el papa Siricio que la bendijo y consagró sus votos de virginidad perpetua para dedicarse a la predicación del evangelio de Cristo.
Al regresar a Alemania, fue sorprendida en Colonia por el ataque de los hunos, en 451. Atila, rey de este pueblo, se enamoró de ella pero la joven se resistió y, junto a otras doncellas fue martirizada.
Cuando se la representa, se muestra a la santa portando una flecha como atributo, pues fue muerta por una flecha disparada por Atila, tras mantener su virginidad y negarse a entregarse a él.
4.- La devoción a Santa Úrsula en Sevilla.
Como nos recuerda Aurora Ortega López, Santa Úrsula fue muy venerada en la Sevilla del siglo XVII, tanto es así que sus reliquias se integraban en la procesión del Corpus Christi. El Abad Gordillo (primero de los beneficiados de la parroquia de la Magdalena), hizo una detalla descripción del cortejo en su manuscrito titulado “Religiosas estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana” (1630).
Manuel Jesús Roldán en un artículo titulado "Huesos, dientes y espinas: reliquias en la «siniestra» procesión del Corpus" (Pasión en Sevilla, 1 de junio de 2015), recoge que se en el cortejo iba "un busto relicario de Santa Úrsula que debió tener gran devoción ya que existía en el siglo XVII, una representación de una santa que hay que poner en relación con la legendaria historia de las once mil vírgenes, algunas de cuyas reliquias se conservan, según la tradición, en el convento franciscano de Santa Inés".
El relicario "se conserva, tiene tamaño natural es de plata y bronce dorado, con decoración en el vestido de tipo manierista y corona de pedrería falsa, una pieza que fue donada por Don Enrique de Guzmán, segundo conde de Olivares, en 1635".
Santa Úrsula, de Francisco Zurbarán.
Palazzo Bianco de Génova
4.- La devoción a Santa Úrsula en Sevilla.
Como nos recuerda Aurora Ortega López, Santa Úrsula fue muy venerada en la Sevilla del siglo XVII, tanto es así que sus reliquias se integraban en la procesión del Corpus Christi. El Abad Gordillo (primero de los beneficiados de la parroquia de la Magdalena), hizo una detalla descripción del cortejo en su manuscrito titulado “Religiosas estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana” (1630).
Manuel Jesús Roldán en un artículo titulado "Huesos, dientes y espinas: reliquias en la «siniestra» procesión del Corpus" (Pasión en Sevilla, 1 de junio de 2015), recoge que se en el cortejo iba "un busto relicario de Santa Úrsula que debió tener gran devoción ya que existía en el siglo XVII, una representación de una santa que hay que poner en relación con la legendaria historia de las once mil vírgenes, algunas de cuyas reliquias se conservan, según la tradición, en el convento franciscano de Santa Inés".
El relicario "se conserva, tiene tamaño natural es de plata y bronce dorado, con decoración en el vestido de tipo manierista y corona de pedrería falsa, una pieza que fue donada por Don Enrique de Guzmán, segundo conde de Olivares, en 1635".
Reliquia en el Corpus del siglo XVIII y las tablas alfonsíes
5.- Fuentes.
Manuel J. Roldán: "Huesos, dientes y espinas: reliquias en la «siniestra» procesión del Corpus", en Pasión en Sevilla, 1 de junio de 2015. Consulta 13.XII.2017:
http://sevilla.abc.es/pasionensevilla/actualidad/noticias/huesos-dientes-y-espinas-reliquias-en-la-siniestra-procesion-del-corpus-79054-1433148216.html
Antonio J. López Gutiérrez y Aurora J. Ortega López. Los Esteban Murillo: una familia de feligreses en la Parroquia de Santa María Magdalena, en BELTRÁN MARTÍNEZ, Lidia; QUILES GARCÍA, Fernando (editores): Cartografía murillesca. Año de Murillo MMXVII. Los pasos contados, Universidad Pablo de Olavide, Sevilla 2017, pp. 26-53.
http://sevilla.abc.es/pasionensevilla/actualidad/noticias/huesos-dientes-y-espinas-reliquias-en-la-siniestra-procesion-del-corpus-79054-1433148216.html
Antonio J. López Gutiérrez y Aurora J. Ortega López. Los Esteban Murillo: una familia de feligreses en la Parroquia de Santa María Magdalena, en BELTRÁN MARTÍNEZ, Lidia; QUILES GARCÍA, Fernando (editores): Cartografía murillesca. Año de Murillo MMXVII. Los pasos contados, Universidad Pablo de Olavide, Sevilla 2017, pp. 26-53.
Salvador Hernández González y Francisco Javier Gutiérrez Núñez. Murillo íntimo. El inicio del coleccionismo “murillesco” en su entorno familiar y social, en BELTRÁN MARTÍNEZ, Lidia; QUILES GARCÍA, Fernando (editores): Cartografía murillesca. Año de Murillo MMXVII. Los pasos contados, Universidad Pablo de Olavide, Sevilla 2017, pp. 54-73.
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