Mónica LÓPEZ VELARDE ESTRADA:
"Bartolomé Esteban Murillo. 400 años",
en Museo Soumaya - México, Diciembre 2017, pp. 56-83.

EDITORIAL
Cerramos 2017 con el recuento de lo vivido y de los
años que se transforman en entrañables: la Constitución
Mexicana, el inicio de la Revolución Rusa, los cien años
de la muerte de artistas como Edgar Degas y Auguste
Rodin, y finalmente las 4 centurias del nacimiento del
pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, por quien
dedicamos este número a los Antiguos Maestros
Españoles, desde los pintores originarios, hasta aquellos
que trabajaron en ese territorio que ha sufrido severas
modificaciones principalmente de orden político.
Uno de sus escenarios, el puerto español de Sevilla,
fue uno de los más importantes y cosmopolitas de
Europa en el siglo XVII.
El delta del Guadalquivir unió los
ejes comerciales del Nuevo y Viejo Mundo.
La obra de Murillo, a la luz de nuevos estudios,
lecturas e interpretaciones desvela cada vez más
información sobre su factura y evidencia, la riqueza
del pintor, la maestría de sus trazos y la trascendencia
de su obra.
En esta última revista del año les presentamos
también una serie de obras cuyos pigmentos contienen
la presencia de grana cochinilla, este pequeño insecto
que durante siglos ha dado intenso color sangre a
obras de tantas latitudes.
En un año de retos y dificultades que siguen en
evolución, trabajamos por que los estragos que los
sismos causaron y cuyas consecuencias presenciamos
aún, tengan resultados que se transformen en aliento
para un 2018 en resiliencia. En donde el escenario
de decisiones focales marcará una pauta que exige
ser analizada desde ahora, y en donde el arte nos
sensibiliza ante una realidad variopinta.
Arte para todos.
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